Comienzan las Semanas Culturales


20-octubre-1990. Asamblea General, en la que por fin se presenta una candidatura (cosa rara en este mundillo y ejemplo a seguir) encabezada por Jesús Hormigo Pachón, arropado por un grupo de socios amigos que voluntariamente asumen un reto importante.

 

Su objetivo prioritario era dar un nuevo enfoque al Festival Flamenco, con la pretensión de que incluyera más participación, más contenido y más apertura al público en general. De esta manera nace la Semana Cultural, evento que a la larga se ha demostrado como más fructífero que los anti­guos festivales para todas las partes implicadas: para la propia Pena, por su dimensión cultural; para el Ayuntamiento, en su faceta de divulgador de nuestras tradiciones; y para la afición en general, que a sus expensan  han bebido en las mejores fuentes del flamenco.

 

La I Semana, dedicada al titular de la Peña, Miguel Vargas, sirvió como punto de partida de un futuro prometedor. Con la Segunda se logra la consagración y la máxima divulgación en los medios de comunicación incluso a nivel nacional, que se vuelcan con la figura central, el irrepetible Moreno Galván. En la III Edición se rinde un merecidísimo homenaje póstumo a uno de los más firmes pilares del cante flamenco del siglo XX: Antonio Mairena.

 

Al término de su mandato nadie supo responder a Jesús con la generosidad que él mostró al presentar su candidatura, y hubo de soportar la carga de la presidencia más tiempo del deseado. Pero, en definitiva, quedará en la memoria su aportación personal: habernos legado esta Semanas Culturales, orgullo y seña de identidad de esta Peña.